Riesgos financieros y de salud por COVID-19 afectan desproporcionadamente a la población latina

Posted
Updated:

Julia Pimentel Gudiel vino a Carolina del Norte de Guatemala debido a sus hijos.

Mientras sus cuatro hijos se quedaron en su país de origen, Pimentel Gudiel vino a los Estados Unidos para ganar dinero que luego manda a su familia.

Pero con la desaceleración de la economía causada por COVID-19, Pimentel Gudiel, quien antes trabajaba hasta 75 horas por semana, dijo que a veces no le alcanza para pagar sus propios gastos porque le han recortado mucho sus horas de trabajo.

“A veces, no me quedo con nada,” enfatizó.

Pimentel Gudiel es sólo una de miles de Latinos en los Estados Unidos a quienes les han recortado horas de trabajo o sueldo durante la pandemia — o que han perdido sus trabajos por completo.

Un estudio publicado en abril por el Pew Research Center reveló que 61% de los adultos hispanos reportaron que a ellos o a alguien en su familia inmediata les habían recortado horas de trabajo o fueron despedidos.

Esto es un porcentaje más alto que el de los adultos afroamericanos y anglosajones que fueron encuestados. Cuarenta y cuatro por ciento de anglosajones y 38% de afroamericanos reportaron que a ellos o a alguien en su familia le habían recortado horas o habían perdido el trabajo debido a la pandemia.

En un estudio más reciente de los números de desempleo del mes de mayo, Pew reportó que el rango de desempleo para las hispanas era 19.5%, la proporción más alta entre hombres y mujeres de los grupos raciales y étnicos del país.

Los grupos que le siguieron fueron mujeres afroamericanos (17.2%), mujeres asiáticas (16.7%) y hombres afroamericanos (15.8%).

Pimentel Gudiel dijo que fue despedida de su trabajo en Venable Rotisserie Bistro en Carrboro porque bajaron las ventas. Mediterranean Deli, en donde trabaja haciendo pan pita, también la recortó a tan solo 25 horas a la semana de las 45 horas que solía trabajar.

Con un salario de $10 por hora, Pimentel Gudiel dijo que no le alcanza el dinero  para mandar a sus hijos lo que ella acostumbraba.

 “Con pagos que tengo que hacer aquí y en Guatemala, eso es lo que mas me afecta,” dijo. “Mi mamá todavía esta en Guatemala y yo le ayudo enviándole dinero, pero ahorita no puedo con tantos pagos.”

Elizabeth Cacho, quien trabaja en la Cosmic Cantina y en la Italian Pizzeria III en Chapel Hill, dijo que también sus horas han sido recortadas.

En la Cosmic Cantina, donde ella trabaja en la cocina, Cacho dijo que le recortaron su tiempo a sólo dos días de los cuatro que trabajaba a la semana.

Usualmente, ella vende tamales, una comida tradicional mexicana, a sus amigos y conocidos para obtener dinero extra que le ayuda en los tiempos difíciles, pero debido al incremento en el precio de la carne y otros ingredientes no puede costear hacerlos.

“Si aumento el precio de los tamales, nadie me los va a comprar,” afirmó Cacho. 

A pesar de que sus horas han disminuido en la Cosmic Cantina, ella sigue recibiendo todos los recibos para pagar, incluyendo el de la colegiatura de su hija que va a la Universidad Estatal  Appalachian y a eso le tiene que sumar los $900 al mes que tiene que pagar por la renta del departamento de su hija.

Cacho dijo, afortunadamente su jefe en la Cantina Cosmica le dijo que él no esta planeando en despedir a ninguno de los empleados y en su otro trabajo en la Italian Pizzeria III, no le han recortado sus horas.

Mientras la perdida del trabajo representa un riesgo financiero, trabajar significa arriesgar la salud, especialmente para los trabajadores que están en contacto directo con otras personas.

Un estudio independiente del News and Observer y de Enlace Latino, reveló que al primero de junio, mas de 10,000 hispanos estaban infectados con COVID-19 en 45 de los 100 condados de Carolina del Norte.

La información sobre el número de hispanos infectados con COVID-19 en Carolina del Norte está incompleta, pero de acuerdo con el estudio, algunos condados como Forsyth, Burke y Durham han reportado que un porcentaje muy alto de sus infectados son hispanos.

Aunque los hispanos representan un gran porcentaje de los infectados con el virus tan solo son una pequeña porción de la población total de residentes de cada condado.

En el condado de Forsyth, cerca del 68% de los infectados con COVID-19 eran hispanos, pero ellos tan solo representan el 13% de sus residentes. En el condado de Burke, cerca del 66% de la gente infectada fueron hispanos, pero sólo el 6% de los residentes son hispanos, y en el condado de Durham cerca del 61% de los infectados con COVID-19 fueron hispanos, mientras que la población hispana del condado sólo representa el 14%.

Viviana Martínez-Bianchi, doctora general y profesora asociada en la Universidad de Duke, dijo que es probable que la población hispana se esta contagiando mayormente porque muchos de los trabajos que desempeñan han sido calificados como “esenciales” por el gobernador Roy Cooper cuando anunció la orden de quedarse en casa en marzo.

Los trabajos esenciales incluyen “producción de comida y bebida” así como construcción y jardinería, los cuales, a menudo, son realizados por trabajadores latinos.

Es más probable que estos trabajadores se infecten debido al contacto directo con los clientes y otros trabajadores, dijo Martínez-Bianchi, pero una vez que están infectados, los hispanos, algunas veces, no obtienen la ayuda que necesitan.

“En un país con tremendos recursos de salud, tenemos a un grupo de personas, un segmento significativo de la población — la comunidad latina — que no tiene acceso al cuidado de la salud, que no tiene un medico de cabecera,” dijo Martínez-Bianchi.

A pesar del tremendo rango de infección entre la población latina de Carolina del Norte, Pimentel Gudiel dijo que quiere continuar trabajando.

“Necesito salir de la casa, porque si no salgo, las oportunidades no van a venir aquí,” dijo. “Tengo que arriesgarme.”

Dijo que algún día quiere regresar a Guatemala y estar con su familia, pero no puede todavía, hasta que haya ahorrado lo suficiente.

Cuando los estudiantes regresen a UNC-Chapel Hill en el otoño, Pimentel-Gudel dijo que espera que los negocios ganen suficiente dinero para que empiecen a contratar nuevamente.

Hasta entonces, ella sorteará la crisis de la mejor manera posible.

“Confiamos en Dios en que todo esto va a pasar y la vida continuará.”