Algunos votantes hispanos en Chatham enfrentan barrera del idioma, falta de información

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SILER CITY — Cuando llegó el momento de votar este año, Natalia Franco López, residente de Siler City, no fue al gimnasio Paul Braxton. Ella fue al Vínculo Hispano.

Llegó con su boleta de voto ausente, un testigo y su mente decidida. Sabía por quién quería votar. ¿Lo único que queda por hacer? Pedirle a un miembro del personal que la ayude a llenar la boleta.

“No sé una palabra en inglés”, dijo López, quien se convirtió en ciudadana en el 2018. “No sé hacer las cosas, pero pedí ayuda. Pedí que me ayuden a hacer lo que quiero hacer, que necesito hacer”.

Para algunos ciudadanos hispanos de primera generación como López, que hablan poco o ningún inglés, votar es un poco más complicado que una simple visita a las urnas. Las boletas, la información sobre los candidatos y los protocolos electorales vienen principalmente en inglés, y eso puede ser una barrera difícil de superar para algunos votantes hispanohablantes sin ayuda.

Pero en el caso de López, el Vínculo Hispano brindó esa ayuda. Las miembros del personal ayudaron a López — una nativa de 75 años del estado de Guanajuato, México — a solicitar una boleta de voto ausente. También le leyeron la boleta en voz alta en español y la rastrearon en línea para asegurar que la junta electoral de Chatham la recibió.

“Yo muy poquito sé leer. Me decían para qué era alguien, para qué es para fulano. Por ejemplo, ‘Para presidente es a quién, ese se llama así. Para el otro partido, se llama acá”, dijo, y agregó: “Yo fui la responsable porque yo fui la que decía, ‘Voy a votar aquí. Aquí va a ir mi voto.’ Así fue”. 

La barrera del idioma es uno de los varios desafíos que Ilana Dubester, la directora ejecutiva del Vínculo Hispano, ha visto que algunos votantes hispanohablantes enfrentan en Chatham y otros condados de Carolina del Norte. En el pasado, dijo, la Junta de Elecciones de Carolina del Norte proporcionaba una boleta traducida a pedido. Aunque los ciudadanos en realidad no votarían en estas boletas traducidas, podrían usarlas como guías paralelas al emitir sus boletas oficiales en inglés.

“Tiene exactamente el mismo formato”, dijo. “Se ve exactamente igual que una boleta en inglés, pero todo está en español, excepto, por supuesto, los nombres de los candidatos”.

Pero el Vínculo Hispano aún no ha recibido una boleta traducida de la junta estatal — tal vez, dijo Dubester, porque enviaron la solicitud un poco tarde. Entonces, en cambio, el Vínculo siguió adelante y creó su propia boleta traducida para sus clientes. Le pidieron a la junta local que aprobara la boleta traducida como guía oficial para los votantes hispanohablantes en los recintos, pero aún no han escuchado la decisión de la junta.

El Vínculo Hispano también ofrece asistencia para los votantes en persona, en la que el personal y los voluntarios capacitados leen las boletas en español a los votantes en los lugares de votación por todo el condado.

“Tenemos volantes en inglés y español que están publicados en cada recinto que dice que si necesita ayuda en español o portugués, señale este volante y el funcionario electoral llamará a alguien del Vínculo Hispano”, dijo Dubester, y agregó: “Y (luego) podemos ir en carro al lugar de votación y ayudar al votante”.

Pero la barrera del idioma no solo pone en desventaja a algunos votantes hispanohablantes cuando se trata de llenar la boleta.

“Cuando hablamos de la generación mayor, los inmigrantes de primera generación, estamos hablando de falta de acceso a la información en español, aunque está mejorando”, dijo, y agregó: “Lo que los candidatos representan y quiénes son, en qué creen, cosas así casi no se encuentran en español”.

Muchos especialmente carecen de acceso a información sobre candidatos y cargos locales, dijo María Gómez Flores, gerente del programa de promoción y participación cívica del Vínculo.

“Estaba ayudando a alguien, y estaba realmente sorprendido con todos los nombres allí”, dijo. “Estaba esperando tal vez dos posiciones allí, así que se sorprendió mucho al ver todas estas cosas. Está como, ‘Guau, todos los asientos de estos jueces’. Y es como, no tiene ese acceso a la información sobre lo que hacen estos puestos y cómo afectan sus vidas”.

Muchos votantes enfrentan ese problema en los Estados Unidos, hispanohablantes o no, agregó Dubester, pero es particularmente grave para los votantes hispanohablantes. Después de todo, incluso si las personas refieren a los votantes hispanohablantes a los sitios web de los candidatos, esos sitios en su mayoría están en inglés.

“Muchos de nosotros somos bilingües, y (la) segunda generación en su mayoría lo es”, dijo, “pero no obstante, todavía tenemos muchos inmigrantes de primera generación en Estados Unidos y en nuestro condado que pueden hablar inglés pero no leerlo suficientemente bien como para entender la jerga de un candidato y qué es lo que van a hacer por ellos”.

Gómez Flores también dijo que ha notado que las organizaciones y los partidos políticos no se han involucrado mucho en el alcance hispano y español en Siler City — quizás, dijo, debido a la barrera del idioma o la participación electoral históricamente más baja entre la comunidad hispana.

“Esta interacción uno a uno es importante con la comunidad Latinx porque es la forma de movilizar a la comunidad Latinx”, dijo. “COVID ha exacerbado o ha obstaculizado eso, especialmente porque, como en la comunidad Latinx, es de mala educación si no saluda uno. Saludar es muy importante en nuestra comunidad”.

La Fiesta de la Herencia Hispana anual habría ayudado a cerrar esa brecha de alguna manera, dijo Dubester, ya que algunos candidatos hubieran asistido y establecido cabinas de alcance, mientras que otros grupos hubieran ayudado a registrar votantes.

“COVID realmente ha obstaculizado esos esfuerzos puerta a puerta y cosas así”, dijo, “por lo que todo está confinado al mundo virtual, lo que lo hace aún más difícil porque existe una división tecnológica para nuestra gente en términos de acceso”.

Pero a pesar de los desafíos, a López no le resultó demasiado difícil votar — y de todos modos no dejaría que nada la detuviera. Para ella, la decisión de votar es muy sencilla. Después de todo, ella no solo está votando por sí misma. Vota por las familias de clase trabajadora, los pobres oprimidos y los padres separados de sus hijos.

“Nosotros los hispanos ... la mayoría viene por necesidad”, dijo. “No viene aquí por gusto porque aquí se sufre. Aquí no se viene a gozar. Aquí no se viene a vivir mejor. Aquí se viene a sufrir y a trabajar”.

Ella también vino a trabajar. López llegó a Siler City alrededor de 1994 y trabajó en la planta avícola de Townsend durante 17 años junto a su marido hasta que la planta cerró. Ahora jubilada, vota para que los líderes políticos “nos vean como personas, no como cosas sin importancia”.

“Ojalá que todo mejore” dijo López. “Él que quede con la presidencia pues yo nomás le pido a nuestro padre Dios que sea consciente, que sea considerado con toda la gente y nomás que la gente pobre … Ojalá que piense en todos — en todos — los necesitados”.

Pero votar también representa algo más para ella. Es el derecho y el privilegio que ganó en 2018, cuando se convirtió en ciudadana estadounidense después de largas horas de estudio y memorización — algo que se hizo aún más difícil por el hecho de que no tuviera la oportunidad de asistir a la escuela en México.

“Fue para mi una cosa muy importante lograr la ciudadanía”, dijo y agregó: “Nunca imaginé en mi vida que yo iba a lograr. Nunca.”

En México, su padre le decía que votar era su obligación cívica y ahora ella está siguiendo su ejemplo.

“No sabía leer. No sabía escribir, pero él siempre cumplía con su obligación”, dijo, y agregó, “No se le pasaba un año que no fuera a dar su voto. Siento que lo debo de hacer. Me gusta y pienso yo que es una obligación que tenemos que cumplir con el país — igual, digo, nosotros que no somos de este país”.

Se puede contactar a la reportera Victoria Johnson en victoria@chathamnr.com.